Seguramente ha tenido más de una vez una tarjeta de rasca y gana en sus manos. Esta original herramienta promocional y de fidelización se popularizó en nuestro paÃs de manera especial a finales de los 70 y principios de los 80. Pero, ¿a que nunca se ha detenido a pensar acerca de la persona que tuvo por primera vez la feliz idea de desarrollar este producto o las razones que han incidido en su popularidad?
Una feliz idea
El concepto de la tarjeta rasca y gana tal y como hoy lo conocemos surgÃa de la inventiva de dos hombres, Juan Koza y Dan Bower, que en principio dirigÃan este tipo de productos a un mercado reducido (fundamentalmente estaciones de servicio y supermercados). Su consolidación tuvo lugar cuando ambos publicitas y creativos comenzaron a vender su idea a establecimientos de loterÃas que, si bien ofrecÃan premios mucho mayores en sus productos estandarizados, vieron como a los clientes les resultaba tremendamente atractiva la posibilidad de hacerse con premios de manera inmediata.
Beneficios de la tarjeta rasca y gana
Precisamente, la antes mencionada es una de las razones del éxito de este formato. Y es que estas tarjetas permiten a los compradores ganar premios de manera inmediata y con mayores probabilidades de éxito. En este sentido, su formato asociado a los establecimientos de loterÃa y azar permite que sus ventas sean mucho mayores, independientemente de la cantidad que entra en juego en cada una.
Otro de sus puntos a favor es la adaptabilidad. En este sentido, empresas de todo tipo pueden adaptar este formato a su realidad, de acuerdo con sus necesidades en materia promocional y publicitaria. Precisamente, la tarjeta rasca y gana es un perfecto aliado a la hora de que las compañÃas puedan fidelizar a los clientes, ofreciéndoles un “premio” por sus compras o adquisición de servicios de manera continuada.
Actualmente, a la hora de diseñar una tarjeta de rasca y gana hay empresas especializadas que pueden personalizar al máximo los proyectos de cada cliente, de manera que se obtienen productos que no sólo ayudan a fidelizar a los clientes existentes o crear otros nuevos. También, en este sentido, se convierte en una herramienta ideal para reforzar la identidad corporativa de los clientes.
Por lo tanto, no sólo es importante que piense qué es lo que quiere transmitir a través de estos artÃculos sino, quizá más, cómo quiere transmitir su mensaje a su público objetivo y potencial.