En la actualidad, cuando nos planteamos realizar operaciones de aislamiento térmico por el exterior, se abrirán ante nosotros dos opciones principalmente: la fachada ventilada o el sistema SATE. Estas dos posibilidades son las que mejor resultados y mayor durabilidad nos proporcionarán. ¿Conoces las caracterÃsticas principales de cada una?
Una fachada ventilada será un sistema constructivo que posibilitará la colocación de un revestimiento que sea del todo independiente a la hora de cerramiento. De esta manera, tendremos la posibilidad de alojar una capa aislante de manera que exista una circulación libre de aire dentro de su cámara. Esto supondrá importantes ventajas en aspectos tan fundamentales como el ahorro energético.
Es importante destacar que el revestimiento colocado funcionará como una protección de las capas de aislamiento y cerramiento frente a la incidencia de los rayos del sol. De esta manera, se conseguirá amortiguar cualquier cambio brusco de temperatura, alargando considerablemente la vida útil de los materiales.
Entre las principales ventajas de este tipo de aislamiento térmico por el exterior, nos encontramos que durante las épocas de más calor existirá una protección directa de los rayos del sol, ya que no incidirán de una forma directa sobre el cerramiento, sino sobre el revestimiento. De esta manera, se calentará el aire que se encuentre en la cámara, ascendiendo por un proceso fÃsico llamado convección y dejando su lugar a aire más fresco.
En invierno ocurrirá lo contrario, al incidir en menor grado los rayos solares, la fachada actuará como acumulador de calor gracias a la capa de aislante térmico del sistema, evitando que se escape de su interior y provocando un inmueble mucho más cálido.
El SATE será el otro método de aislamiento térmico externo que dotará al edificio de un más que eficiente sistema que ayudará a minimizar cualquier pérdida de energÃa que pudiera sufrir el inmueble.
De esta manera, entre las principales ventajas del SATE, hay que destacar que se conseguirá un máximo aprovechamiento de la capacidad de la fachada para acumular calor. Además, en ningún caso se producirá un consumo de la superficie útil de la misma.
Se producirá también una eliminación de los puentes térmicos, como por ejemplo los pilares o las cajas de persiana, eliminando cualquier tipo de condensación que pudiera acumularse en el muro.
En último lugar, hay que destacar que el plazo de ejecución de esta obra será muchÃsimo menor que el de cualquier otro sistema de aislamiento térmico por exterior, no existiendo ningún tipo de interrupción en la vida de los habitantes del inmueble.