Cuando decidimos contratar a una empresa profesional en la construcción de piscinas en Madrid, lo hacemos porque tenemos claro todos los beneficios y ventajas que conseguiremos, sobre todo en las épocas de más calor del año. Pero, a veces, no tenemos del todo claros los cuidados que deberemos realizar cuando el frÃo empiece a llegar. El invierno es, sin duda, su gran enemigo.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que durante los meses de frÃo tendremos que realizar un correcto mantenimiento de nuestra charca, independientemente que esté llena o no, ya que, en caso de estar vacÃo, será importante cuidar los revestimientos para que se encuentren en perfectas condiciones para la próxima temporada.
Por suerte para nosotros, hoy en dÃa es posible realizar el mantenimiento sin necesidad de tener que vaciar el agua, lo que supondrá un ahorro considerable. Esto es lo que se conoce habitualmente como hibernación. Una de sus principales ventajas, aparte del tema económico, es que resultará muchÃsimo más respetuoso con el medio ambiente.
Si tuviéramos alguna duda, los profesionales de la construcción de piscinas en Madrid podrán también guiarnos sobre los mejores consejos para cuidar este tipo de instalaciones. Aunque debes saber que lo primero será comprobar que todos los sistemas de filtrado funcionar correctamente. De esta manera, afrontaremos el invierno sin ningún tipo de miedo.
Una vez que la temporada de baños haya terminado, procederemos a realizar un tratamiento con cloro. Lo normal es utilizar una cantidad inferior a la habitual, ya que no habrá nadie que se bañe durante el invierno.
Además, en el caso que la piscina estuviera rodeada por un jardÃn o por vegetación, tendremos que procurar aplicar un tratamiento desinfectante y que también evita la creación de algas. Deberá llevarse a cabo dos veces durante todo el invierno, una nada más terminar el verano y la segunda alrededor del mes de febrero.
Otro punto que deberá captar nuestra atención es el pH del agua. Será básico que seamos capaces de mantenerlo entre niveles que oscilen el 7,2 y el 7,6. De esta manera, estaremos asegurándonos que nuestra piel no sufra ningún tipo de irritación cuando nos volvamos a bañar.
También debemos tener muy presente que si nuestra piscina tuviera una cubierta, su mantenimiento resultará mucho más fácil, aunque hay que saber que deberemos preocuparnos de la limpieza de la misma también.
Los cuidados consistirán básicamente en aclarar y limpiarla con los productos adecuados antes de utilizarla, retirando todo el polvo acumulado durante el verano. También habrá que aplicar un tratamiento anti-moho, alargando su vida útil y cuidando de paso el agua de nuestra piscina.
Pese a todo, si te ha quedado alguna duda, consulta a los profesionales en la instalación de piscinas en Madrid para que puedan contestar cualquier pregunta que les realices sobre este tema.