Cada vez son más las personas que buscan vigilantes de seguridad en Madrid o en cualquier otra ciudad para encargarse de sus empresas, locales, negocios, comunidades o urbanizaciones. Pero, ¿realmente sabemos cuáles son exactamente las funciones y obligaciones de estos profesionales?
Básicamente, la tarea más importante de los vigilantes será la de hacer cumplir sin excepciones las normas de seguridad que estén marcadas, independientemente que estemos hablando de una empresa, un negocio o una comunidad de vecinos. Junto a esto, es importante que el profesional atienda al público de forma respetuosa en todo momento, manteniendo siempre un porte correcto.
Además, los vigilantes de seguridad en Madrid han de saber responder en todo momento con eficacia y cautela ante cualquier situación que pueda ser considerada como adversa o crÃtica. Entre las más habituales podrÃamos encontrarnos con delincuencia común, sabotaje, incendios, evacuaciones o primeros auxilios.
Es importante que tengamos siempre presentes que en este tipo de situaciones, el personal de vigilancia suele ser considerado como un referente o un lÃder, al que la mayorÃa de personas acudirá en busca de ayuda. Por eso es importante que el profesional sea capaz de mantener la templanza y la serenidad, actuando correctamente según lo requiera la situación.
Otras funciones que podrÃamos considerar menores (pero funciones al fin y al cabo) del personal de seguridad en Madrid o en otras ciudades serán la de recibir a cualquier visitante con buen trato y ofrecerles cualquier información que requieran siempre y cuando no resulte personal ni comprometedora contestar a las llamadas telefónicas en su puesto de trabajo.
Junto con las principales funciones, también existe una lista de normas que todo vigilante ha de cumplir durante el desempeño de sus funciones. Por ejemplo, tendrá totalmente prohibido sostenes conversaciones o llamadas de carácter personal que puedan distraerle de su cometido.
Tampoco estará permitido que estos profesionales suministren información personal de los propietarios o arrendatarios (como por ejemplo números de teléfono) a personas extrañas o ajenas a la comunidad, urbanización o empresa.
Entre las obligaciones del personal de seguridad se encontrará acudir a su puesto de trabajo debidamente uniformado, mostrando una imagen y una actitud de orden, conocimiento y, sobre todo, dominio de sus funciones.
Lógicamente, en la lÃnea de lo anterior también hay que apuntar que un vigilante ha de ser extremadamente escrupuloso con la puntualidad, debiendo llegar con la anticipación necesaria para poder cubrir su servicio en perfectas condiciones.
En último lugar, a la finalización de su turno, se deberá firmar el libro de minuta en el que se anote tanto su hora de llegada como de salida, junto con cualquier novedad que haya tenido lugar en su servicio.