Regalar rosas en Sant Jordi es una de las grandes tradiciones de esta festividad. Aunque sea popularmente conocida por ser patrón de Cataluña, no hay que olvidar que también lo es en Aragón, Cáceres o Alcoy. Además de en otros paÃses como Inglaterra, Portugal o Georgia.
No son pocas las historias que se cuentan alrededor de este personaje. Según muchos libros y relatos, Jorge de Capadocia fue un militar romano que nació en el siglo III en la región de Capadocia, que se encontrarÃa en la actual TurquÃa.
Según la leyenda, recibió la orden de perseguir a los cristianos por parte del César, negándose en rotundo. Por culpa de ello, fue apresado, torturado y decapitado un 23 de abril del año 303. Con los años, fue declarado como mártir y después Santo.
Con el paso de los años, la historia fue cogiendo más importancia y fama gracias a la tradición de contarlo de padres a hijos. La figura de San Jorge fue consiguiendo mayor protagonismo, alcanzando su máximo esplendor en la Edad Media, ya que se convirtió en el Patrón de los Caballeros durante las Cruzadas.
La culpa de llegar a ser patrón de Cataluña y Aragón y adoptar la tradición de regalar rosas en Sant Jordi la tiene la Corona de Aragón. De hecho, se tiene constancia de que en el año 1667, el Papa Clemente IX aprobó una fiesta en tierras catalanas con referencias a este santo.
Existe otra leyenda alrededor de San Jordi (o San Jorge) que habla de la lucha contra un dragón en Montblanc (Tarragona) y que es la más popular en Cataluña.
La tradición más importante es regalar libros y flores en Sant Jordi, mayoritariamente rosas. El nacimiento de esto es bastante incierto. Se cree posible la explicación que habla de la existencia de una feria de rosas en Sant Jordi durante el siglo XV. Además, la diada está Ãntimamente relacionada con el dÃa de los enamorados en Cataluña. De hecho, se celebra con más actividad que el 14 de febrero.
Lo cierto es que como ocurre en la mayorÃa de las tradiciones, sean religiosas o no, los inicios o las explicaciones se ven borradas por el paso del tiempo, quedando únicamente ciertas leyendas, cuentos o misterios que nos ayudan a explicarlas y aceptarlas. Sea cual sea la historia verdadera, lo cierto es que regalar una rosa y un libro el 23 de abril se ha convertido en una costumbre que ha traspasado las fronteras.